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Los secretos del CLAU

Tiempo de lectura: 7 minutos

Autor
Carlos Garrido Marín
Fecha de publicación
6 de noviembre de 2024

Imagina un mundo donde el conocimiento sobre accesibilidad digital estuviera disponible principalmente en inglés. Donde los profesionales latinoamericanos tuvieran que navegar por un océano de información en un idioma que no es el suyo, y donde las personas con discapacidad se encontraran con una doble barrera: la digital y la lingüística. Este era el panorama hasta que el Congreso Latinoamericano de Accesibilidad y Usabilidad (CLAU) decidió cambiar las reglas del juego.

Para entender mejor esta revolución silenciosa, me senté a conversar con Susana Pallero, una de las mentes detrás del CLAU y miembro activo del W3C, junto a Consuelo, otra de las arquitectas de este ambicioso proyecto. Lo que sigue es un viaje al corazón de un evento que está transformando la manera en que Latinoamérica aborda la accesibilidad digital.

De sueño personal a movimiento internacional

¿Cómo surgió la idea de crear un congreso de esta magnitud?

"El CLAU nace como un sueño personal", comienza Susana, con una mezcla de pasión y determinación en su voz. "Después de 13 años trabajando en accesibilidad digital, me di cuenta de que todos los espacios donde me había formado eran del norte global y en inglés. En el W3C, donde se construye la base de la accesibilidad desde lo técnico y lo político, el 90% de las personas son de Estados Unidos, Canadá o Europa."

Esta realidad planteaba un problema fundamental: ¿cómo podemos hablar de accesibilidad universal cuando el conocimiento mismo no es accesible para todos?

¿Por qué era tan crucial tener este espacio en español?

La respuesta de Susana ilumina una realidad poco discutida: "Los cursos de inglés raramente son accesibles. Es común que las personas con discapacidad no hablen inglés, y nos estamos perdiendo las voces de profesionales espectaculares que no pueden participar en estas conversaciones globales simplemente por la barrera del idioma."

La decisión de ser virtual y gratuito

La pandemia aceleró la transformación digital, pero el CLAU vio en esto una oportunidad para democratizar el conocimiento. "Queríamos eliminar todas las barreras posibles", explica Susana. "Que las personas pudieran participar desde sus dispositivos, desde sus espacios, sin necesidad de grandes inversiones. Si decimos que la accesibilidad es un derecho humano, tenemos que ser consecuentes con eso."

El resultado superó todas las expectativas: más de 4,000 participantes de 20 países diferentes en su última edición, convirtiendo al CLAU en un punto de encuentro sin precedentes para la comunidad hispanohablante de accesibilidad digital.

2024: El año de la expansión

La edición 2024 marca un antes y un después. De un único día en 2022, el congreso ha crecido a tres días repletos de contenido innovador. "Este año tendremos por primera vez una charla que se dará en lengua de señas", comparte Consuelo con entusiasmo. "La traducción será de lengua de señas al español, y no al revés. Es un acto de consecuencia total: no podemos seguir hablando sobre accesibilidad solo desde la perspectiva de quienes no vivimos con discapacidad."

Los desafíos ocultos de hacer un evento accesible

Hacer un congreso sobre accesibilidad que no sea accesible sería, cuanto menos, irónico. Sin embargo, los desafíos son más complejos de lo que podría parecer.

¿Cuáles son los principales retos técnicos y logísticos para hacer un evento verdaderamente accesible?

"La elección de la tecnología es crítica", explica Susana. "Muchas plataformas para eventos son preciosas y tienen un montón de opciones fantásticas, pero lamentablemente no son accesibles. No podemos hacer un congreso de accesibilidad en una plataforma inaccesible."

Pero quizás el desafío más significativo viene con la interpretación en lengua de señas. "Latinoamérica tiene aproximadamente 30 lenguas de señas distintas", señala Consuelo. "Imagina una plataforma que aguante 30 lenguas de señas diferentes, y que no estén todos los intérpretes apiñados en la cámara, porque no sabrías cuál es el tuyo."

¿Cómo se gestiona la interpretación en tantos idiomas?

"Cada equipo de interpretación de lengua de señas necesita al menos tres personas: dos intérpretes y un asesor sordo", detalla Susana. "Los intérpretes tienen que turnarse porque la calidad de la interpretación disminuye después de una hora por el cansancio. Y necesitan el material previamente para prepararse, especialmente con temas técnicos."

El poder de las alianzas

El 2024 marca otro hito importante: la participación de empresas como Amazon, Globant y Santander como patrocinadores. Pero la relación va más allá del apoyo financiero.

¿Cómo han conseguido el apoyo de estas grandes empresas?

"La gente rara vez no entiende la importancia de lo que estamos haciendo", reflexiona Consuelo. "Pero nos ha parecido curioso que algunas empresas dicen 'me gustaría, pero siento que esto me expone como empresa que no es accesible hoy en día'".

Sin embargo, otras empresas han tomado un enfoque diferente. "Amazon, por ejemplo, lo vio como una oportunidad. Para ellos era importante estar presentes en los eventos de Latinoamérica, entender nuestro contexto y necesidades", explica Susana.

Más allá del congreso

El CLAU ha dejado de ser solo un congreso para convertirse en un catalizador de cambio a nivel internacional. Y los planes son ambiciosos.

¿Qué viene después?

"Estamos trabajando en un proyecto con la W3C", revela Susana con evidente emoción. "Queremos habilitar un espacio en otros idiomas dentro de la W3C, y gracias al CLAU, de los profesionales que tenemos, de la cantidad de gente que acudió, conseguimos que el español sea el idioma piloto para este proyecto."

Este logro no es menor: significa que Latinoamérica no solo está consumiendo conocimiento sobre accesibilidad, sino que está empezando a formar parte activa en la creación de estándares globales.

El legado del CLAU

Lo que comenzó como el sueño personal de Susana se ha convertido en un movimiento que está redefiniendo cómo pensamos la accesibilidad digital en el mundo hispanohablante. El CLAU no solo está creando un espacio de aprendizaje, está construyendo una comunidad, formando profesionales y, sobre todo, demostrando que la accesibilidad no debe tener barreras, ni siquiera lingüísticas.

Como dice Susana: "Hay un montón de espacios que se les llama internacionales, pero en realidad son del norte global. Nosotros queríamos generar lo contrario. Latinoamérica tiene algo que decir sobre accesibilidad, y lo vamos a decir en nuestro idioma."

Cómo involucrarse en próximas ediciones

¿Cómo puede la comunidad ayudar a hacer crecer el CLAU?

La respuesta de Susana revela tanto la ambición como el cuidado con que se maneja el congreso: "El voluntariado es algo muy personal. Es un aporte fuertísimo el tiempo de una persona. A mí me cuesta pedir ayuda cuando no tengo algo con qué retribuir eso."

Sin embargo, el equipo está trabajando en estructurar mejor las formas de participación. "Necesitamos gente autogestionada y con iniciativa", explica Consuelo. "Todos somos nuevos en esto, estamos aprendiendo sobre la marcha. Necesitamos personas que puedan tomar decisiones y resolver problemas de forma independiente."

Una mirada al horizonte: IA y accesibilidad

En medio de la revolución de la inteligencia artificial, el CLAU también está abordando estos temas emergentes. "La IA todavía tiene limitaciones significativas en accesibilidad", reflexiona Susana. "No todo el mundo está en el mundo digital, y las realidades de quienes están excluidos digitalmente, incluyendo muchas personas con discapacidad, no están representadas en los datos que alimentan estos sistemas."

"Antes de preocuparnos por la IA", añade Consuelo, "deberíamos enfocarnos en tener más especialistas en accesibilidad. La IA aprende de lo que hay en internet, y si no hay suficientes expertos generando contenido de calidad sobre accesibilidad, ¿de quién va a aprender?"

El mensaje final

El CLAU es más que un congreso: es un movimiento que está cambiando la narrativa sobre accesibilidad digital en el mundo hispanohablante. Como concluye Susana: "El conocimiento sobre accesibilidad no puede ser un privilegio del norte global. Tenemos que crear nuestros propios espacios, contar nuestras propias historias y encontrar soluciones que funcionen para nuestra realidad."

El futuro de la accesibilidad digital en Latinoamérica se está escribiendo ahora, y el CLAU está asegurándose de que sea en nuestro propio idioma.

Durante los días 7, 8 y 9 de Noviembre de 2024 podrás disfrutar del evento, donde profesionales de todo el mundo aportarán un valor incalculable. 

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Escrito por:

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